
Si usted cree que el Perú, por poseer una diversidad de razas y culturas se libera de ser un país racista, pues no según lo que podemos apreciar en este artículo de Universia Perú:
Santiago Alfaro Rotondo en diálogo con Universia Perú señala las características del “racismo” en el Perú y su influencia a la hora de elegir personal en las empresas.
Para Alfaro, hablar de diferenciación social (mal entendido racismo) no es hablar de raza ni de discriminación por el color de piel o aspectos físicos, sino de discriminación cultural, teniendo en cuenta que es el mismo racismo el que crea las razas y no a la inversa.
Comenta también que el discurso racista permite legitimar relaciones de poder, a través de “escaneos” visuales se busca justificar la superioridad de unos frente a otros, es un discurso cultural.
Por ello, muchos empleadores que discriminan suelen seleccionar personal que posean un estilo de vida o patrones culturales similares a los propios (la llamada “buena presencia”), dejando de lado aptitudes académicas o capacidad profesional, lo cual debería ser fundamental a la hora de decidir.
Lo que se debe medir o evaluar en una entrevista de trabajo es la capacidad del postulante y no su status social o su aspecto físico. Hace unos años se prohibió colocar en los anuncios o solicitudes laborales la palabrita "Presencia A1", pero nos volvemos a dar con la sorpresa de que continúa siendo para muchas empresas un requisito primordial, que se califica por encima del nivel cultural o la capacidad para la labor para la cual se postula.
Aquí el audio
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